A los
2 años, tu mamá te dice: ¿Cuándo vas a dejar de mearte en la cama? A los 5
años, papá te ordena: ¡A dormir! Con 8 años, el profe: ¿No eres muy mayor para
morderte las uñas? 11, mamá: ¿Cómo te voy a comprar un móvil? 13, papá: No me
gusta tu amigo Carlitos. Con 15, los dos te gritan: ¿¡Qué haces tanto rato en
el cuarto de baño!? A los 18, te pregunta tu tío: ¿Esa amiga tuya, Ana, es tu
novia? 19, tu tío, borracho en Navidad: ¿Tu amigo Carlos, no será tu novio? Con
22, tu padre en la comida: ¡A ver si acabas la carrera y trabajas de una vez! A
los 25, tu madre: ¿Por qué no empiezas a mirar piso? Y a los 26, tu madre:
Desde que vives fuera con Ana casi no vienes a casa; seguro que vais más a la
de sus padres. A los 27, en una boda, varios personas: Y vosotros, ¿cuándo os
casáis? 33, con un niño insoportable que no te deja dormir: ¿Por qué no buscáis
la niña? Y así. Extraído del libro de
Samir Abu-Tahoun Recio “Cosas que he roto”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.