Vistas desde Gornergrat del Cervino y el lago Rífeles. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
El Cervino (en italiano) o Matterhorn (en alemán) aunque no sea el más alto (es el
quinto en altura) con sus 4.478 metros está considerado como uno de los iconos
del país helvético y el símbolo del alpinismo. El 14 de julio de 1865, después
de siete intentos infructuosos, el
inglés Edward Whymper consiguió alcanzar su cima por primera vez, una de
las mayores tragedias del alpinismo acompañó la victoria ya que cuatro de los siete escaladores murieron en la bajada.
Para tener las mejores vistas de esta majestuosa montaña hemos de partir desde la localidad de Zermatt, villa peatonal donde está prohibida la circulación de vehículos, coches de caballos y eléctricos son los únicos que veremos por sus calles. Hay que aparcar en Täsch a 5 Km. de distancia donde tomaremos un tren. En Zermatt nos montaremos en el tren cremallera más alto de Europa, el Gornergratbanh, que nos dejará a 3.089 metros de altura en apenas media hora. Disfrutamos de la belleza del paisaje en este trayecto. Arriba nos encontramos con un hotel, un restaurante, una antiguo observatorio astronómico y lo mejor: unas vistas fantásticas, como las del glaciar Findel, que te dejan con la boca abierta. Es aconsejable bajar andando hasta la estación intermedia de Riffelberg para ver el lago Rífeles donde con un poco de suerte podremos ver reflejado el Cervino.
Ver el Cervino desde la vertiente italiana.
Para tener las mejores vistas de esta majestuosa montaña hemos de partir desde la localidad de Zermatt, villa peatonal donde está prohibida la circulación de vehículos, coches de caballos y eléctricos son los únicos que veremos por sus calles. Hay que aparcar en Täsch a 5 Km. de distancia donde tomaremos un tren. En Zermatt nos montaremos en el tren cremallera más alto de Europa, el Gornergratbanh, que nos dejará a 3.089 metros de altura en apenas media hora. Disfrutamos de la belleza del paisaje en este trayecto. Arriba nos encontramos con un hotel, un restaurante, una antiguo observatorio astronómico y lo mejor: unas vistas fantásticas, como las del glaciar Findel, que te dejan con la boca abierta. Es aconsejable bajar andando hasta la estación intermedia de Riffelberg para ver el lago Rífeles donde con un poco de suerte podremos ver reflejado el Cervino.
Ver el Cervino desde la vertiente italiana.
Camino de Riffelberg nos encontramos con dos lagos donde fotografiamos el Cervino reflejado. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
El Cervino reflejado en el Lago Rífeles. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
Vistas desde Gornergrat. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
Vistas desde Gornergrat, terraza del restaurante. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
Desde Gornergrat, rodeados de cuatromiles. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
Vistas desde Gornergrat. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
El Glaciar Findel desde Gornergrat. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
Bajando desde Gornergrat a la estación Riffelberg. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
El Cervino siempre presente en los recorridos, siempre perfectamente señalizados. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
El Lago Rífeles. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
Zermatt, al fondo el Cervino. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
El tren cremallera Gornergratbanh asciende desde Zermatt hasta los 3.089 metros de altura en media hora. Julio 2015. Foto Sebas Navarrete |
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.