Hemos cifrado el progreso en cambios externos y no en profundizaciones internas. La oposición de un paradigma oriental y un paradigma occidental es uno de los grandes temas del momento. Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El paradigma oriental defiende al grupo por encima del individuo, no valora la ambición, cree que el sufrimiento debe evitarse por un cambio de mentalidad y no por un cambio de la realidad. Esto da pie a todo tipo de sumisiones y colectivismos, de resignación y de afán de eliminar las causas interiores del sufrimiento. El modelo occidental valora al individuo, la creatividad, el progreso material, pero ha conducido a una sociedad individualista, competitiva y hedonista. La gran sabiduría estaría en un híbrido cultural. José Antonio Marina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.