Cuando leemos imágenes -de hecho, imágenes de toda clase, sean pintadas, esculpidas, fotografiadas, construidas o en movimiento-, les agregamos la temporalidad propia de la narrativa. Extendemos a un antes o un después, lo que está limitado por un marco, y mediante el arte de contar historias (de amor u odio) damos a la imagen inmutable una vida inagotable e infinita. Alberto Manguel, de “Leer imágenes”.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.