miércoles, 15 de septiembre de 2021

Los neurólogos sostienen que el lenguaje agresivo nos impide comprender, ya que nuestra atención se centra en esquivar golpes. Por el contrario, cuando las ideas se expresan con emoción, suavidad y empatía, abrimos un caudal de confianza que fortalece el sentido de las palabras. Hablar con los demás exige combinar atención y contención. Si nos sentimos agresivos o malhumorados, es preferible alejarnos del terreno de juego para no esparcir por el universo nuestras miserias y debilidades. Irene Vallejo. El País Semanal 12/09/2021.


 

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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