El gato siamés es bastante activo, le gusta jugar y si se aburre puede hacer alguna que otra trastada en casa. También es cariñoso y sociable, un buen compañero de grandes y pequeños que se deprimirá si no le prestas la atención que demanda. Por cierto, es un gran maullador que emite diferentes tipos de sonidos.
Como característica curiosa: las zonas de su cuerpo que son oscuras (orejas, cara, patas y cola) tienen menor temperatura que las claras. Esta condición se debe a un gen térmico que hace que los pigmentos se fijen en las zonas más frías de su anatomía. Cuando nace, el gato siamés es totalmente blanco ya que ha estado alojado calentito en el interior del cuerpo de la madre.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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