Foto Sebastián Navarrete Molina |
Si hubiera más personas que sintieran mi profundo
desprecio por las fronteras, no habría más guerras ni bloqueos. No existe nada
más odioso que las fronteras, nada más estúpido. Son como cañones, como
generales: mientras reina el buen sentido, la humanidad y la paz, no nos
percatamos de su existencia y sonreímos ante ellas, pero en cuanto estallan la
guerra y la demencia, se convierten en importantes y sagradas. ¡Hasta qué punto
significan durante los años de guerra tortura y prisión para nosotros los
caminantes!¡Que el diablo se las lleve! “El caminante” Hermann Hesse.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.