Transeúnte en Madrid, después de la lluvia, 8 de junio 2018. Foto Sebastián Navarrete Molina |
Mucho
antes de que se inventaran las lentes y las cámaras de cine, ya teníamos los
límites clavados en nuestros ojos y en nuestra mente, tanto en nuestra manera
de percibir las cosas como en nuestro modo de analizar lo que percibimos: una
interminable secuencia de planos cortos y un posterior salto de montaje. La
perpetua necesidad de encuadrar y editar toda esa ingente materia prima que nos
rodea.
El árbol, un ensayo sobre la naturaleza de John Fowles. Editorial
Impedimenta.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.