viernes, 26 de enero de 2018

La inexorable finitud del tiempo

Conil de la Frontera, Cádiz, diciembre 2017. Foto Sebastián Navarrete

¿Qué es más bonita, la flor del cerezo que vive un solo día o una flor de plástico que dura para siempre? Este es uno de los símiles preferidos por Ostaseski para explicar que el más alto valor de la vida es su precariedad o la inexorable finitud del tiempo; la muerte sin ambages o el sentido transitorio de la realidad: un segundo nace cuando el anterior muere. Frank Ostaseski.

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