Calle Torija, Madrid. Foto Sebastián Navarrete |
“La Audiencia Nacional
que dictó sentencia contra Cassandra Vera ha puesto una pica en Twitter:
esta semana, Internet se ha plagado de chistes sobre Carrero Blanco.
Enhorabuena. ¡Sobre Carrero Blanco!
Carrero era un ser
humano, desde luego, como lo son desde el mejor de nuestra especie hasta su
peor encarnación, y tenía hijos, buena prueba de ello es Lucia
Carrero-Blanco, su nieta, que publicó una carta muy bien traída en este
periódico para decir que los chistes sobre su abuelo no le parecían
“enaltecimiento del terrorismo” sino del mal gusto, y que consideraba el paso
por la justicia de quien los hiciera un disparate. Desde luego, mucho más ha
aprendido sobre tolerancia democrática la nieta de un almirante de la dictadura
franquista que aquellos que ahora exigen pena de cárcel para quien escribe
un tuit.
Mal vamos si dejamos en
manos de la justicia lo que debiera ser un debate ciudadano.
El debate, señorías,
está en otro sitio: solo recibimos información masticada, sesgada, la de
nuestro equipo, partido o círculo de amigos. No estamos expuestos a lo que nos
incomoda, de tal forma que cuando algo nos ofende reaccionamos
desproporcionadamente exigiendo que quien nos “agredió” cierre el pico para
siempre.
El debate de nuestros
tiempos habría de centrarse en qué tipo de personas saldrán de este universo de
comunicación irreflexiva y abrumadoramente reactiva, ¿serán capaces los que se
exponen públicamente de sobreponerse al miedo a ser vejados o malinterpretados?
¿Cómo podremos defendernos de la información mentirosa, de los bulos masivos?
Es tan preocupante lo que nos pasa que la irrupción abusiva de la justicia solo
conduce a enmarañar aún más el presente.” Elvira Lindo, El País 31/03/2017. Aquí el artículo completo.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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