Valle del Silencio, León. Foto Sebas Navarrete |
Nunca me he permitido pensar en una vida futura, pero siempre
creí que el instante de la muerte es la norma y el objetivo de la vida. Pensaba
que, para los que viven de forma adecuada, es el instante en que, durante una
fracción de tiempo infinitesimal, la verdad, pura, desnuda, cierta, eterna
entra en el alma. Puedo decir que jamás deseé para mí otro bien.
Simone Weil. A
la espera de Dios.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.