martes, 3 de marzo de 2009

Los caídos.

En el epitafio de los caídos habría que poner:
“murió como un héroe por obedecer una orden estúpida.” Pero de hecho se puso un poema de Tnnyson, cuya belleza me produce un gran malestar:

No nos correspondía a nosotros pensar el porqué,
nos correspondía cabalgar y morir.

José Antonio Marina, La inteligencia fracasada.